He vuelto! Después de haber estado todo un mes sin haber podido actualizar debido a que se me rompió el ordenador, he vuelto para seguir contando. A partir de hoy seguiré actualizando y contando todo lo que me ha sucedido. Hay mucho que quiero compartir con vosotros. Por último quiero agradecer a el periódico ´´La Vanguardia`` por aceptar mi blog y dejarme compartirlo con todos sus lectores.
El trabajo más duro que he hecho en la India ha sido trabajar con la gente mayor. Más de treinta mujeres, una enfermera y un ayudante. Ya os podéis imaginar cómo ha sido la higiene allí. Para que os hagáis una idea, el sitio es idéntico a películas de la Madre de Teresa de Calcuta o imágenes que seguramente habéis visto sobre hospitales, orfanatos… Trabajé durante un mes en la residencia de ancianos, si así se le puede llamar. Al principio fue muy duro. Había una señora en la cama cada día medio desnuda, sin moverse, llena de excrementos y orina por su cama, con una apariencia de no haberse lavado en mucho tiempo, en fin, en una situación horrible. La residencia está dividida en dos zonas. La división de dichas zonas tiene mucho que ver con la salud y con la economía de cada persona.
Trabajar allí durante todo un mes no ha sido nada fácil. He sido el único voluntario, sí que es verdad que a veces venían algunos y me ayudaban. Pero a pesar de eso, nadie quería trabajar en este proyecto. Lo respeto y lo entiendo, es realmente difícil, y muchas veces me paro a pensar y ni yo entiendo como lo he podido hacer. En los próximos capítulos os explicaré anécdotas, muchas historias escondidas en esas personas, momentos de muchas risas, y otros muy duros.
Durante mi estancia allí no he parado de pensar en mi abuela. Mi abuela por parte de madre que murió cuando yo tenía ocho años. Era muy pequeño y aún así la recuerdo como si fuese ayer. Me pasaba muchas tardes en su casa, siempre me llamaba, me daba tanto amor… Cuando empecé a trabajar con la gente mayor, empezaba a imaginarme a mi abuela en esa situación y el mundo se me caía encima. Nunca entenderé como se puede abandonar a un padre o a una madre. Haber vivido toda tu vida y acabar en un sitio como ese. Parece que nada importe para las familias que abandonan a estos sabios de la vida. Que duro sería tener que estar allí porque tu familia no quiere hacerse cargo de ti. No bastan los años que los padres han cuidado de sus hijos. Para mí, un abuelo es lo que más se ha de respetar en esta vida, los considero unos sabios de la vida. Muchos son los años que han vivido, luchando día tras día, trabajando para que su familia tire hacia delante, y se me hace muy difícil pensar que cuando se hacen mayores los hijos los abandonan. El problema es que no tiene nada que ver con una residencia en España. En la India, una residencia es completamente distinta. Hay una enfermera y un ayudante pero que no hacen casi nada. Es realmente triste estar allí. Hay algunas abuelas que tienen un sentido del humor muy bueno y me lo pasaba muy bien con ellas, pero habían otras que no se podían ni mover. No es fácil trabajar con dos personas que en teoría ese es su trabajo, y solo ayudan a las que tienen conciencia de lo que sucede. Yo solo no podía con todo. Me hubiese encantado haber podido ayudarlas más pero era imposible. Aquí os dejo algunas imágenes, en los próximos blogs os contaré mucho más.
-Aunque creas que no puedes, puedes-
Madre (derecha) e hija (izquierda) |